CENTRO DE LA MUJER DE VILLAFRANCA DE LOS CABALLEROS

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jueves, 16 de mayo de 2013

MUJER MEMORABLE MES DE MAYO 2013

Olimpia de Gouges (Marie Gouze)

(Montauban, 1748-París, 1793)

 

 

E
scritora y heroína francesa que reivindicó la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el marco de la Revolución Francesa, incluyendo la igualdad con el hombre en el derecho a voto, en el acceso al trabajo público, a hablar en público de temas políticos, a acceder a la vida política, a poseer y controlar propiedades, a formar parte del ejército; así como el derecho a la educación y a la igualdad de poder en el ámbito familiar y eclesiástico. Considerada precursora del moderno feminismo.
Hija de una vendedora de objetos de tocador (su padre fue, según unos, Luis XV, y según otros historiadores, el poeta Lefranc de Pompignan), contrajo matrimonio a los quince años con un tal Aubry, el cual murió al poco tiempo. Se fue entonces a París, en donde tomó el nombre de Olimpia de Gouges y se dedicó a la literatura.
Al estallar la Revolución Francesa adoptó al principio sus ideas, pero después combatió el sistema del Terror y a sus hombres con una energía que la conduciría al cadalso. Se dice que había tratado de encargarse de la defensa de Luis XVI, y que al ser el rey ejecutado envió una carta insultante a Robespierre, el cual entregó a Olimpia al tribunal revolucionario, que la condenó a morir en la guillotina.
Escribió un gran número de obras para el teatro, tales como Zamore y Myrza, Lucinda y Cardenio, El matrimonio de Chérubin, El hombre generoso, El filósofo corregido y Molière en casa de Ninon, de las cuales sólo la primera, logró ser admitida en la Comedia Francesa, y se representó en 1789.
Durante los días de su actividad política dio al teatro tres obras más: Mirabeau en los Campos Elíseos (1791), El convento o los votos forzados (1792) y Les Vivandiers (1793). Escribió, además, El príncipe filósofo, obra en la que, en forma de cuento oriental, expone sus ideas acerca de los derechos de las mujeres y muchos opúsculos sobre cuestiones sociales. De entre todos ellos destaca la Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana (1791), título que calcó de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (1789).
En vida, Olympe de Gouges tuvo que enfrentarse con la misoginia habitual de la época, y fue desacreditada por la incomprensión de sus ideas por parte de muchos de sus contemporáneos. Su obra cayó en el olvido, mientras el desconocimiento y mala interpretación de sus escritos contribuyó a convertirla en objeto de desprecio y burla a lo largo del siglo XIX. Se dijo de Olympe de Gouges que apenas sabía leer y escribir, se sospechó de la autoría de sus obras y se dudó de su capacidad intelectual hasta llegar a cuestionar sus facultades mentales.
Hubo que esperar hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, para que Olympe de Gouges saliera del terreno de la caricatura y la anécdota pseudo histórica, y se convirtiera en una de las grandes figuras humanistas de Francia al final del siglo XVIII. Además, fue objeto de estudio, en Estados Unidos, Alemania y Japón.

Fuentes:

MUJER MEMORABLE MES DE ABRIL 2013

Sofía Casanova (primera corresponsal permanente de un periódico español)

(La Coruña 1861-Poznan (Polonia) 1958)

 

S
ofía Guadalupe Pérez Casanova de Lutosławski, más conocida como Sofía Casanova, fue poetisa, novelista y periodista gallega. Se trasladó muy joven, junto con su familia, a Madrid, para poder estudiar y formarse. Con solo 15 ó 16 años frecuentaba varias de las tertulias en la capital del Estado, donde ya se ponía de manifiesto su sed de conocimiento y de saber. En estos círculos conoció al profesor, filósofo y diplomático polaco, Wincenty Lutosławski, con quien se casó en 1887, cambiando su residencia a Polonia. La pareja y su familia viajaban cada año a Galicia durante el período de verano, lo que le permitió a Sofía mantener una relación directa con su tierra. Sus desplazamientos continuos, como consecuencia de la carrera diplomática de su marido, los combinó con su trabajo de periodista y con su estudio de los idiomas de los países donde residió, lo que le permitió dominar ocho lenguas diferentes. Esta actividad por toda Europa le permitió vivir acontecimientos como la lucha de las sufragistas en Inglaterra, el desenvolvimiento del sindicalismo, la formación del Partido Bolchevique en la Rusia zarista y, sobre todo, la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Como mujer comprometida con su época, y también para poder alimentar y sufragar las necesidades de ella y de sus hijas, escribió crónicas y opinó acerca de cada uno de estos episodios de la historia europea de la primera mitad del siglo XX. Colaboró en periódicos como ABC, La Época, El Liberal, El Mundo, El Imparcial de Madrid; en la revista Galicia, en otras publicaciones gallegas y en prensa internacional, como la Gazeta Polska y el New York Times.
Sofía Casanova solo tuvo hijas, lo que motivó que fuera repudiada por su marido y la familia de este, ya que la descendencia del matrimonio no garantizaba la continuidad del apellido paterno. Por esta razón, en varias ocasiones ella y su familia vivieron al límite de la supervivencia. También por este motivo, en el año 1917, trabajó como cronista de guerra en el frente polaco y como enfermera para la Cruz Roja en Varsovia. Regresó a Galicia completamente arruinada y casi ciega. En 1938 visita La Coruña y su aldea por última vez; comenzó en esta época la etapa más dura de su vida como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial.
En el momento de la fundación de la Real Academia Galega, en el año 1906, Sofía Casanova ya tenía reconocimiento a nivel mundial, lo que motivó que fuera nombrada miembro de este organismo y que en el año 1952 se le concediese por unanimidad el título de académica de honor.
A lo largo de su vida, publicó novelas, cuentos, una comedia y más de 1.200 artículos en periódicos y revistas. Su producción literaria, de narrativa, poesía y teatro fue muy prolífica. Impartió numerosas conferencias sobre la situación de la mujer y relaciones internacionales, tanto en España como en Polonia, tradujo obras clásicas desde el polaco y el ruso para el castellano. Sofía manifestó una postura pacifista y antibélica; y así lo plasmó en sus colaboraciones en la prensa en la guerra del Rif (Marruecos) y en la Semana Trágica de Barcelona; mas la obra donde evidencia esta postura de forma más contundente es en las crónicas de Polonia y Rusia que ella escribía para la prensa y que se publicaron reunidas en el libro "De la guerra" en el año 1916.

Fuentes:
  • Wikipedia